La respuesta correcta para esta pregunta abierta es la siguiente.
Yo creo que no es suficiente lo que indica la ley chilena para prevenir la incitación al odio. Sin embargo, esta es una situación muy compleja porque tiene que ver con los propios valores y la educación de cada chileno.
El odio es un sentimiento negativo hacia algo o hacia alguien. Proviene de una serie de experiencias y frustraciones del individuo que lo hacen expresar un sentimiento tan negativo como el odio. La ley puede obligar a respetar ciertas pautas de conducta, pero es imposible que una ley se entrometa con los valores y los actos de conciencia de las personas.
De ahí la complejidad de este asunto.