La Leyenda de La Llorona es una de las más populares en Guatemala y en varios países de Latinoamérica¹. Se le describe como una mujer que perdió a sus hijos y luego se convirtió en un alma en pena que los busca en vano para toda la eternidad, aterrorizando con su llanto a todo el que la escucha¹.
Según el mito, la Llorona se aparece vestida de blanco y con el rostro cubierto por un velo. Camina de forma lenta hasta acercarse a un lugar con agua, en el cual desaparece¹. En una de las versiones de la leyenda, se afirma que el nombre de dicha mujer era María. Ella pertenecía a la alta sociedad y estaba casada con un hombre adinerado y bastante mayor que ella¹.
Durante sus años de matrimonio, la pareja tuvo dos hijos. Inesperadamente, el esposo de María falleció y la riqueza se fue terminando. Luego de vender sus pertenencias, la mujer no halló forma de seguir alimentando a sus hijos. Por lo que un día les hizo creer que los llevaría de paseo. Al llegar al lugar que tenía planeado, arrojó a los menores a un caudaloso río en el que murieron¹.
La mujer abandonó el lugar, pero el remordimiento la hizo regresar y tirarse también al río¹. Continúa la leyenda afirmando a partir de la medianoche, su alma deambula por las calles de Guatemala llorando y gritando ¡Aaaay mis hijos! Existen quienes afirman haberla visto cerca de cualquier lugar en donde haya agua¹.