El grabado 39 de Goya, también conocido como "La mala educación", pertenece a la serie de grabados titulada "Los Caprichos", que fue creada por Goya en 1799. Esta serie se caracteriza por su crítica social y satírica hacia la sociedad de la época.
Si buscamos una característica del Neoclasicismo que se pueda relacionar con este grabado, podemos identificar la influencia neoclásica en la representación de la figura humana y la composición. El Neoclasicismo se caracterizaba por su énfasis en la representación objetiva y equilibrada de la realidad, basada en la observación y el estudio de los modelos clásicos.
En el grabado 39 de Goya, se puede apreciar una cuidadosa representación de los detalles anatómicos de las figuras, así como una composición equilibrada y armoniosa. La figura central, un joven aristócrata, es mostrada de pie, vistiendo una vestimenta elegante y sosteniendo un bastón, mientras que a su alrededor se encuentran varias figuras que representan a personas de diferentes clases sociales. Esta representación objetiva y detallada de las figuras humanas es una característica típica del enfoque neoclásico.
Sin embargo, es importante destacar que aunque Goya incorporó elementos del Neoclasicismo en su obra, también se alejó de sus convenciones en muchos aspectos, y se adentró en el terreno del Romanticismo. Su estilo evolucionó hacia un enfoque más subjetivo y expresivo, explorando temas oscuros y profundos de la condición humana.
En resumen, si bien podemos identificar la influencia neoclásica en la representación de la figura humana y la composición equilibrada en el grabado 39 de Goya, es necesario reconocer que su obra se caracterizó por una fusión de elementos neoclásicos y románticos, creando así un estilo único y distintivo.